Vida y Obra de Homero Virgilio Medina. Tercera Parte

Cuando en 1.939, por motivos laborales, Homero se traslada a Paraná conoce a Teresa Cecilia Buttazzoni. Ella era una joven argentina, pero sus padres eran inmigrantes italianos provenientes de la Provincia de Udine de la Región de Friuli-Venecia Julia, una zona de gran riqueza cultural del noreste de Italia. Me detengo acá un instante y me permito realizar una digresión que pretende ser ilustrativa de la complejidad de significados que hay detrás de cada palabra. ¿Qué significa decir que una familia es de origen italiano? Creo que mucho y al mismo tiempo muy poco, si se me permite el oxímoron. En este caso al provenir de la zona de la Provincia de Udine no podemos pensar en ningún tipo de homogeneidad cultural y menos aún biológica, sino mas bien todo lo contrario: deberíamos hablar entonces de una gran mezcla de genes y de un rico sincretismo cultural. Udine es hoy en día uno de los principales centros urbanos del norte de Italia. Si bien sus orígenes mas remotos son imprecisos, desde la Plena Edad Media en adelante se conoce muy bien todo su desarrollo histórico. Desde el punto de vista de nuestra biografía de Homero Virgilio Medina y para caracterizar los orígenes de de la familia de su esposa, Teresa Cecilia Buttazzoni, solo describiré lo siguiente. La primera vez que se nombra a Udine en la historia es en un documento redactado en el año 983 dC. y que lleva la  firma de Otón II, máximo jefe del Sacro Imperio Romano Germánico. A mediados del siglo XIII, mas precisamente en 1.238, se convirtió en la Sede del Patriarcado de Aquilea, iniciando un período con graves problemas internos. Mas tarde en el siglo XV pasó a manos de Venecia y así se mantuvo hasta fines del siglo XVIII en que fue invadida por los franceses, para pasar bajo la égida de Austria, luego de la caída de Napoleón y durante buena parte del siglo XIX,  hasta que finalmente en 1.866 Udine pasó a formar parte del Reino de Italia. Como si todo esto no fuera demasiado debo agregar que dada la cercanía a la ex Yugoslavia, esta provincia italiana, como toda la región del nordeste, siempre estuvo en contacto con las culturas de los pueblos eslavos. Finalmente puedo decir que en la ciudad de Udine se habla el friulano.¿Si sólo una de las ramas de nuestro árbol genealógico puede implicar tan alto grado de complejidad, que puede suceder entonces al momento de combinarla con la de los tres abuelos restantes?. Cuando reflexionamos sobre ese misterio del destinotratando de responder a la pregunta ¿De dónde venimos? quedamos paralizados y colmados de perplejidad. El recuerdo que uno tiene de la abuela Coca es el de una persona sencilla, tierna y con mucho sentido del humor. Una entrerriana de pura cepa se pudiera decir y, sin embargo el misterioso río de la historia, los genes y la cultura, nos hablan de un bagaje tan amplio y tan rico que desde mi ignorancia de niño seguramente no supe advertir. Creo que así como nos resulta difícil terminar de conocer a nuestros mayores, de igual modo sucede con el conocimiento sobre nosotros mismos: es la compleja tarea de forjar nuestra propia identidad. Luego de un año de noviazgo, Homero Medina y Teresa Cecilia Buttazzoni, se casan en la bella capital de la Provincia de Entre Ríos para formar luego una linda familia de cuatro hijos: Virgilio Cesar, Teresa Cecilia, Rubén Darío y María Cristina. El primero de ellos nació en Paraná y los tres restantes nacieron en Lobos, a donde se trasladaron entre los años 1.942 y 1.943, al ser solicitado Homero por su madre y su hermano Darío, como ya dije también conocido por el apodo de Chacho, para que colaborara con ellos en dos emprendimientos comerciales de la familia. Ahí comienza entonces la presencia de la familia en Lobos situación que se ha prolongado hasta la época actual. Mi bisabuela Ventura y mi tioabuelo Chacho eran dueños de la primera casa de venta de comidas de Lobos, cuyo nombre era el de  Rotisería “La Granjita” y que estaba situada en la calle Bs. As., frente a la Plaza 1.810, en el local en el que actualmente funciona la Zapatería P&P. También tenían una sucursal de panadería sobre la calle 9 de Julio a metros de la calle Rivadavia. Este último negocio era atendido por  una empleada de mucha confianza Olga Morón y en ambos negocios trabajaba como cadete Lirio Di Santi, quien gentilmente nos ha aportado algunos de estos datos. La primera casa que habitaron Homero Virgilio yTeresa Cecilia, doña Coca, junto a sus cuatro hijos, estaba ubicada en la calle Balcarce, casi esquina Moreno. Yeyi Angueira tiene el recuerdo patente de ver a Homero y a su hermano Darío pintando carteles, lo que habla a las claras de los esfuerzos que había que hacer para mantener a una familia. Trabajo no faltaba pero era necesario tener varias ocupaciones para no depender exclusivamente de los altibajos de las actividades comerciales. A mediados de la década del cuarenta Homero se sumó a las filas del Partido Socialista, que en nuestro medio había sido fundado, entre otros, por Albino  Capponi y cuyo centro funcionaba casualmente en el edificio de la biblioteca que actualmente lleva su nombre. Integraban las filas de este partido, entre otros, Fernando Antuñano, Pascual Rubini, Amadeo Pascualín, el ya nombrado Albino Capponi, su hijo Pier Gino y ahora se sumaba Homero, que con sus casi treinta años asomaba como una interesante promesa de cuadro político, así lo entendieron sus pares que veían en él a un dirigente con un futuro promisorio. Homero , por su parte, sentía la satisfacción de trocar en acciones políticas proactivas, la infinita gratitud que sentía hacia el drigente nacional más destacado del partido: Alfredo Lorenzo palacios.